Cartografía íntima //
Habitaciones literarias //
Un proyecto de Víctor Benítez
A los 28 años, el fotógrafo Víctor Hugo Benítez aparece en todos los acontecimientos culturales como el conejo de la suerte. Sonríe, vuelve a sonreír, retrata y sonríe de nuevo. Con su mano derecha, quita de su frente un mechón de pelo negro para que nada lo estorbe y su campo visual esté limpio como limpia es su mirada. Estudiante de literatura en la Universidad Veracruzana, vino a la Ciudad de México porque quería ser parte de las múltiples actividades culturales que aquí se ofrecen gratis. Dedicado a la promoción del arte, Benítez se empeñó en retratar a escritores en su propia casa en vez de la típica instantánea en la vía pública. Evitó las tomas con fondo de biblioteca.
Antes que escritores, sus autores son hombres y mujeres de carne y hueso que se angustian sobre su mesa de trabajo. Víctor Hugo Benítez quiso demostrar que escribir no es cosa de enchílame otra y retrató a los autores en su jugo. Empezó con Juan Villoro y siguió con Margo Glantz, Mario Bellatin, Alberto Ruy Sánchez, Álvaro Uribe y Tedi López Mills, Claudia Posadas, Silvia Molina, Ángeles Mastretta, Juan Cruz, Ray Loriga, Guadalupe Loaeza, Gabriela Jauregui y así ha coleccionado en forma espontánea, entre México y España, a Jorge F. Hernández, cordial y gigantesco, Jordi Soler,
Marta Sanz, Rosa Montero, Jorge Carrión, Jordi Sierra i Fabra, Marcos Giralt Torrente, Andrés Neuman, Carlos García Gual, ahora miembro de la Real Academia, Santiago Gamboa, Paco Ignacio Taibo II, Claudia Marcucetti, el editor español Juan Casamayor, Xavier Velasco, Carmen Boullosa, Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del actual presidente Andrés Manuel López Obrador y así a más de 100 grandes autores de la literatura hispana. El retrato de Juan Villoro sentado frente a su mesa vacía, con su gato a la espera de un buen consejo es totalmente sugerente.
Conocer de cerca a autores a través de festivales (que Benítez ayudó a organizar al lado de Lorena Elizabeth Hernández, directora del Festival Letras en Tepic) fue un muy valioso aprendizaje. Muy pronto, el joven fotógrafo supo que su vocación lo llevaba a la literatura. “Que nadie pose, la mía es una narrativa de silencio, de complicidad, casi de intimidad”. De que el joven Víctor está dispuesto a dar la vida por su fotografía me consta porque sólo abandonó Europa cuando ya no tenía un euro. Todo lo había gastado en material fotográfico para hacer sus retratos y la pasó mal porque hubo días en que no comió.
Así va subiendo al cielo de la fama el joven fotógrafo llamado Víctor Benítez a quien no le importa pasárselas negras con tal de sentarse a la derecha del dios de la fotografía mexicana: don Manuel Álvarez Bravo.
Elena Poniatowska Amor //
Habitaciones //
Cartografía íntima //
La verdadera foto, la imagen estática, el instante que ya nunca volverá, es lo que realmente hace que una imagen sea una fotografía. Todo lo que no está a la vista, el aura, el invisible proceso que se llevó a cabo para que esa imagen quede en un lugar es lo que define el ojo del que vio aquello que no existe ya. Más aún si el objeto, el cuerpo del delito, se trata de alguien que, justamente, trata, a su modo de atrapar esa otra realidad, la que no está a la vista de los demás. Y es por eso que el fotógrafo Víctor Benítez, consciente de estas dos ausencias, la de la foto y la del fotografiado, fuerza las imágenes que busca atrapar, las envuelve en un aura única, no es casual que su trabajo sea en blanco y negro, que no parece corresponderse con nada palpable. Las siluetas de los artistas que aparecen fijados, con una destreza que se concreta en milésimas de segundo, expresan un equilibrio en el cual la esencia de lo admirado se relaciona con esa cámara de vacío en la cual Víctor Benítez expone a sus figuras.
Escritores la mayor parte de ellos, pintores, arquitectos, desnudados, apartados, mostrados dentro de una esencia donde es difícil discernir dónde termina el ojo de Víctor Benítez y dónde comienzan las obras de aquellos que, como Víctor Benitez, tratan también de fotografiar, de captar el instante, de dejar fijada en una ficción, en una construcción igualmente ficticia, la realidad que viven.
Comunión absoluta entre el que mira y el que es mirado. Como si de un Amante y un Amado se tratara. Como si las metáforas de antiguos místicos, como el anhelo de Juan de la Cruz o de Teresa de Ávila, estuvieran presentes en cada sesión: una mariposa que se entrega a las llamas del fuego, atraída por su fulgor, intuyendo que su afán terminará por destruir sus alas en la entrega. ¿Quién es el que mira, quién el mirado? Víctor Benítez nos presenta esta disyuntiva como si lo impulsara una falsa inocencia.
Mario Bellatin //
About //
Víctor Benítez // (Xalapa 1991) es fotógrafo de retrato; su trabajo como tal está plenamente comprometido con la industria cultural.
En 2017 comenzó su proyecto Cartografía íntima // Habitaciones literarias // que ha documentado a más de 150 autores residentes en México, Italia, España, Francia, Suiza y Alemania; entre ellos: Jordi Sierra i Fabra, María Fernanda Ampuero, Yásnaya Aguilar, Emiliano Monge, Santiago Gamboa, Carmen Boullosa, Camila Fabbri, Patricio Pron, Marta Sanz, Juan Pablo Villalobos, Lorea Canales y Jorge Carrión.
Además su trabajo se ha exhibido en el Seminario de Cultura Mexicana, el Fondo de Cultura Económica y la Galería Oscar Román de la Ciudad de México, así Como en distintos recintos culturales de la República Mexicana.
Actualmente la Cartografía íntima // del fotógrafo se ha ido ramificando entre otras disciplinas y creciendo hacia rumbos que mantienen una relación con el mundo de las artes y la arquitectura donde pueden apreciarse fotografías de artistas como Manuel Felguérez, Jan Hendrix y Gabriel Orozco.
Benítez es colaborador de importantes medios de comunicación y revistas especializadas como Revista Gatopardo (México), Tierra Adentro (México) y Revista Trama (España). Así como ha ilustrado una veintena de libros de grupos editoriales como Penguin Random House y Editorial Planeta en México, Estados Unidos y Europa.
Ha hecho documentaciones especiales para la Presidencia de México, el Proyecto Cultural Chapultepec, el Fondo de Cultura Económica, el Colegio Nacional y el Seminario de Cultura Mexicana.
Recientemente ilustró un boleto conmemorativo de Lotería Nacional para el 80 aniversario del Seminario de Cultura Mexicana.